Hace muchos años que vi ésta cocinita en una tienda de juguetes, cada vez que pasaba por allí estaba tentada de llevármela a casa y no era cara. Pero lo de siempre, no tengo mucho espacio en casa, iba a ser un trasto más...
En fin, que cuando me decidí a comprarla se habían agotado y no encontré la manera de hacerme con ella. Hace meses la vi en Aliexpress, pero la vendían por piezas y al final entre que costaba más cara y lo que tarda en llegar, la he tenido en la cesta sin decidirme.
Hasta que un día perdida por mi Facebook vi unas fotos maravillosas de una chica que todo lo que hace, lo hace bien. Sandra de Bonequea, toda una artista y una inspiración.
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Esta es la cocina de Sandra de Bonequea, que me animó a hacerme la mía |
Así que me puse a buscarla por tiendas de España que tuvieran web, en pleno confinamiento. Y la encontré nada más y nada menos que Toys'rus, y me venía genial porque tenían envío gratuito alcanzando una determinada cantidad y así tenía la excusa para añadir a la cesta algunos caprichitos para mi peque.
Es increíble la cantidad de cositas que tengo en casa, si tuviera más tiempo para mis aficiones seguramente me lo hubiera currado más. Así que quizás no sea la última vez que veáis la cocinita por aquí.
Intenté quitar el color rosa de las puertas de cristal, y me cargué el plástico entre acetona y disolvente. Hice un buen pastiche, así que me puse a cortar cada cuadradillo con cuidado de no romper la estructura, y luego puse un plástico transparente por detrás a modo de cristal. Tunear la cocina tuvo sus complicaciones.
Ahora el reto era encontrar material en casa que me sirviera para tunearla, y es lo que tiene ser un mami friki manitas, que tengo muchas cosas!!
Y buscando por aquí y por allí, he logrado hacer algo decente. Pero quizás la pintura no era la más adecuada, es una de efecto tiza que usé para restaurar un espejo de casa y es muy pastosa. El problemas es que se despostilla con mucha facilidad, la cocina está de mírame y no me toques, y eso que todas las puertas se abren y he forrado el fondo de los armarios.
Uno de los contratiempos con los que no contaba fue que la cocinita se convirtió en el juguete preferido de mi peque por muchos días, y no me dejaba empezar el desguace.
Pero bueno, cuando por fin empecé a desmontarla y a pintar, la tuve lista en unos tres o cuatro días. Pero hasta que he podido hacerle fotos han pasado semanas, incluso un mes.
Hoy me he propuesto sacarle fotos, y se ve muy bonita. Pero de tiempo andaba escasa, he cogido cositas de mi casita de muñecas, pero me ha parecido que estaría bien poner una muñeca para que se vea más real. Y aquí la máxima complicación, de las muchísimas que tengo ninguna estaba lo suficientemente preparada o vestida para quedar bien en la cocina. Así que ella fue la candidata, sólo le tuve que cambiar el vestido que está hecho totalmente a mano (sin máquina de coser), y fue uno de los entretenimientos del verano pasado.